El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece un régimen sancionador con multas por incumplimiento del RGPD, que pueden alcanzar hasta 20 millones de euros o el 4% del volumen de negocio anual global de una empresa. A continuación, explicamos los tipos de sanciones, criterios de evaluación y cómo cumplir con el RGPD para evitar multas.
El incumplimiento del RGPD puede suponer multas y sanciones económicas graves. La cuantía de las sanciones varía según:
Además de evitar sanciones, cumplir con el RGPD aporta ventajas competitivas al negocio, aumentando la confianza de los clientes y protegiendo su privacidad.
El RGPD distingue entre dos categorías de multas:
Se imponen cuando no se cumple con el deber de información del RGPD. Por ejemplo:
Sanción: Hasta 40.000 euros.
Se aplican cuando se vulneran principios clave del RGPD, como la falta de consentimiento o la cesión indebida de datos.
Sanción: Desde 300.000 euros hasta 20 millones de euros o el 4% de la facturación anual.
Las multas del RGPD afectan a:
Uno de los requisitos clave para cumplir con el RGPD es contar con una política de privacidad adecuada.
Es obligatoria cuando una web o empresa recopila datos personales de usuarios. Debe estar accesible en la web y ser clara y comprensible.
El RGPD exige que las empresas informen claramente a los usuarios sobre el tratamiento de sus datos personales.
Para evitar multas por incumplimiento del RGPD, es fundamental:
Cumplir con el RGPD no solo evita sanciones, sino que también fortalece la confianza de los clientes y mejora la reputación de la empresa.
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